Svetlana V. Goronkova, procedente de Rusia, ha ganado el Premio James D. Wolfensohn de 2013, que se otorga cada dos años a una persona afectada de EM en reconocimiento a su valiosa contribución en la lucha contra la EM.

Svetlana fue nominada por la Sociedad Estatal Rusa de Esclerosis Múltiple (ARMSS, por sus siglas en inglés). Pavel Zlobin, vicepresidente de la institución, describe el importante trabajo que Svetlana ha llevado a cabo para la organización y para las personas con EM y sus familias en Rusia:
“Svetlana empezó involucrándose como voluntaria y, más tarde, como jefa de sección y se ha mostrado como una directora inteligente y con capacidad”. Actualmente es directora de la Asociación regional de EM de Samara (SRMSS, por sus siglas en inglés), una sucursal de la ARMSS.

LA SRMSS es realmente el motor de la ARMSS porque es el centro más antiguo en Rusia y, por lo tanto, cuenta con más experiencia y es el más eficaz en las intervenciones profesionales y comunitarias en asuntos sociales y económicos en el campo de la EM.

Bajo el liderazgo de Svetlana, la SRMSS es la agencia central que desarrolla la metodología y las estrategias para las actividades de la ARMSS y de otras asociaciones de EM regionales que la siguen.

El logro más importante de la vida de Svetlana hasta la fecha es la implantación de un centro de rehabilitación para personas con EM y sus familias. Empezó trabajando en dicho centro hace cinco años y ha sido líder y diseñadora del proyecto, llegando a recaudar más de 170.000 dólares en su beneficio.

El espíritu y la valentía de Svetlana están siempre presentes en situaciones difíciles y ambos aportan resultados tangibles, como es el caso del centro de rehabilitación, su trabajo en el Consejo Público del Parlamento de la región de Samara y en otras comisiones y comités para mantener el bienestar social, y un sólido apoyo moral, lo que revela sus ganas de ganar por todos los medios.

Las noticias sobre la concesión del premio le fueron comunicadas a Svetlana durante una reunión especial celebrada en el centro de rehabilitación de Samara, donde personas afectadas por EM de toda la región asistían a un curso de rehabilitación.

Svetlana afirmó: “¡Estoy feliz! Feliz por Rusia, por Samara y por todos aquellos que confiaron en mí y me apoyaron. No hubiera llegado hasta aquí sin su ayuda”.

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