En el cuerpo humano viven miles de millones de microbios, principalmente en los intestinos (sistema gastrointestinal), que es el largo tubo que comienza en la boca y termina en el ano.

Anteriormente, los investigadores creían que la única función de estos microbios era proteger el cuerpo de microbios patógenos y oportunistas que pueden causar enfermedades. Sin embargo, recientemente se han encontrado otras funciones de estos habitantes naturales de nuestro cuerpo. Por ejemplo, pueden afectar al modo de expresión de los genes durante diferentes etapas de la vida.

Para investigar el efecto de los microbios del intestino en las enfermedades cerebrales, los investigadores se centraron en los cambios de la mielina. La mielina es la materia grasa que recubre, protege y aísla los nervios posibilitándoles la transmisión de mensajes de manera rápida entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo de manera más eficaz. La mielina sufre daños en la EM.

Los autores estudiaron los cambios de la mielina en el cerebro de ratones de laboratorio manipulados que, al contrario que los ratones naturales, carecían de microbios en los intestinos. Al comparar los ratones que no tenían microbios con los naturales, detectaron notables diferencias en el desarrollo de la mielina en el cerebro.

Según los resultados, los microbios naturales cambian el modo de expresión de los genes de mielina en el cerebro, lo que constituye un paso importante hacia la comprensión de la función de los microbios del intestino. En futuras ocasiones, los fármacos diseñados para los microbios del intestino a fin de regular la mielina del cerebro también pueden resultar útiles para entender la EM.

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