A la esclerosis múltiple se la cataloga como enfermedad autoinmune porque el sistema inmunológico juega un papel fundamental en su evolución. Sin embargo, aún no se comprende completamente lo que causa la EM.

Encontrar la causa ayudaría a la búsqueda de una cura, por lo que los investigadores están intentando encontrar lo que lleva al sistema inmunológico a reaccionar contra la mielina del sistema nervioso central.

Nadie ha encontrado la solución todavía, pero todos los descubrimientos que se han realizado hasta ahora sugieren que la EM no tiene una única causa. Diversos factores podrían estar implicados y, en la actualidad, la llamada hipótesis multifactorial es la explicación más plausible para la EM.

La hipótesis multifactorial establece que los genes, los virus, factores nutricionales, deficiencias vitamínicas, así como otros factores pueden interactuar y, entre ellos, causar la EM.

En 2013, investigadores de las universidades de Yale y Harvard mostraron que el aumento en la ingesta de sal en la dieta podría contribuir al desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Más recientemente, otros investigadores de Argentina y de EE. UU. buscaron el papel que podría tener la ingesta de sal en la EM.

En agosto de 2014, publicaron los resultados de su investigación, en la que se estudiaron dos grupos de pacientes con EM remitente-recurrente. Todos se sometieron a evaluaciones clínicas y escáneres de IRM, mientras se medía su ingesta de sal a través de muestras de orina.

Se investigó la correlación entre el número de lesiones cerebrales de los pacientes y su nivel de ingesta de sal.
Los investigadores descubrieron que los pacientes con una ingesta de sal más elevada tenían una inflamación más grave, con más recaídas y lesiones activas en los escáneres de IRM.

Los resultados apoyan la teoría de que los factores nutricionales, incluyendo la sal, pueden tener un papel en la EM. Esto significa que los médicos deberían animar a sus pacientes a seguir una dieta saludable.

Naturalmente, a la vista de estos descubrimientos, los investigadores deberían proponer la realización de ensayos clínicos sobre la ingesta de sal con el fin de establecer si la reducción de sal en la dieta podría causar un beneficio eficaz en pacientes con EM.