La esclerosis múltiple es una enfermedad compleja caracterizada por tres elementos: inflamación, desmielinización y gliosis.

La inflamación es una reacción del sistema inmunológico cuando este intenta destruir algo que reconoce como extraño o peligroso. La desmielinización es la pérdida de las vainas de mielina, un tipo de aislamiento de las fibras nerviosas, que permite la rápida difusión de la información sensorial y motora a lo largo de los nervios. La gliosis es el cambio en las células gliales como respuesta al daño en el sistema nervioso central y puede ocasionar el desarrollo de una cicatriz debido a la inflamación.

La neuroinmunología es la ciencia que se centra en las moléculas implicadas en las reacciones inflamatorias del sistema nervioso. El descubrimiento de estas moléculas ayuda a mejorar el diagnóstico y desarrollar nuevos medicamentos para el tratamiento de las enfermedades neurológicas.

Recientemente, un grupo de investigadores mexicanos llevó a cabo un estudio sobre dos moléculas, denominadas SOCS1 y SOCS3.

Estas moléculas parecen estar implicadas en la inflamación del sistema nervioso en pacientes con EM. Los investigadores midieron la expresión de SOCS1 y SOCS3 en los leucocitos (las células inmunológicas responsables del daño de la mielina) y su asociación con la progresión de la enfermedad en los pacientes.

Los resultados muestran una reducción significativa en la producción de SOCS1 y un aumento de la producción de SOCS3 en pacientes con EM en comparación con individuos sanos.

Esto sugiere que el desequilibrio en la producción de estas dos moléculas puede jugar un papel en la inflamación en la EM.

Si se descubren nuevas moléculas responsables de la inflamación del cerebro y de la médula espinal, será posible crear medicamentos que paren a estas moléculas, frenando por consiguiente la inflamación.

Se necesitan más estudios, con grupos más numerosos de pacientes, con el fin de aclarar el papel de la SOCS1 y la SOCS3 en la evolución de la EM.