Antecedentes

La fatiga es uno de los síntomas más comunes e incapacitantes de la esclerosis múltiple (EM) en casi el 90 por ciento de los afectados por EM.

La fatiga asociada con la EM se produce a diario y empeora a lo largo del día. El calor y la humedad la agravan.

La fatiga no está directamente relacionada con la depresión o el grado de discapacidad neurológica, y puede producirse desde primera hora de la mañana aunque el paciente haya dormido bien.

No existe medicación aprobada específicamente para tratar la fatiga asociada a la EM.

La amantadina fue el primer medicamento utilizado para tratar la fatiga, aunque la mayoría de los estudios no han mostrado pruebas de sus cualidades beneficiosas. Se ha estudiado recientemente el modafinilo, aunque también ha mostrado resultados inconsistentes.

Se han propuesto también diversas intervenciones no relacionadas con el uso de medicamentos, incluyendo el entrenamiento con ejercicios acuáticos, la terapia ocupacional y programas basados en Internet.

Es importante para aquellos afectados por la EM combatir la fatiga asociada a esta enfermedad, ya que interfiere con su vida diaria, el trabajo, la vida familiar y la socialización.

Hallazgos del estudio

El Multiple Sclerosis Journal publicó recientemente los resultados de un estudio realizado por investigadores de Israel que midieron el efecto del análogo de la vitamina D, el alfacalcidol, sobre la fatiga asociada a la EM. En este estudio, 158 pacientes afectados de EM con una fatiga significativa recibieron alfacalcidol o un placebo.

Los investigadores descubrieron que el alfacalcidol es un tratamiento seguro y eficaz contra la fatiga en pacientes con EM.

Estos hallazgos sugieren que el alfacalcidol, un medicamento similar a la vitamina D, debería tomarse en consideración como una opción segura de tratamiento para la fatiga asociada a la EM.

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