Aunque aún se desconoce la causa de la EM, algunos estudios han sugerido que un agente infeccioso, como un virus, pudiera estar implicado. Sin embargo, los investigadores no han sido capaces de identificar ni tan siquiera un virus desencadenante de la EM.

Aunque la EM y la infección por VIH son dos de las enfermedades mejor descritas en medicina clínica, solamente se ha informado de un caso de un paciente con EM y VIH.

En este caso, los síntomas característicos de la EM en el paciente desaparecieron completamente tras comenzar con la terapia antiretroviral y permanecieron así durante más de 12 años de seguimiento.

Puesto que la patogénesis de la EM se ha asociado a varios virus, la terapia antiretroviral para el VIH podría, casualmente, tratar o prevenir la progresión de la EM.

La hipótesis

Para probar esta hipótesis, un grupo de investigadores ingleses ha recurrido a una de las compilaciones de datos médicos asociados más grandes del mundo con el fin de estudiar la relación entre el VIH y desarrollar EM.

El número total de pacientes con VIH en este estudio fue de 21207 y el período de seguimiento de aproximadamente siete años.
Los investigadores descubrieron una asociación negativa entre el VIH y la esclerosis múltiple, lo que significaba que padecer VIH, y probablemente estar recibiendo terapia antiretroviral, redujo el riesgo de desarrollar EM.

No obstante, existen distintas explicaciones posibles para estos hallazgos. El siguiente paso sería llevar a cabo otros estudios sobre el uso de medicación antiretroviral en pacientes con distintos tipos de EM.

Ya se están buscando pacientes con EM recurrente-remitente en el Reino Unido para participar en el primer estudio clínico con Raltegravir, un medicamento antiretroviral empleado en el tratamiento de la infección por VIH.

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