Diversos estudios han demostrado que los niveles altos de vitamina D son positivos cuando se trata del riesgo a padecer EM.

En un estudio reciente llevado a cabo en Dinamarca se realizaron cuestionarios sobre el estilo de vida y se tomaron muestras de sangre de 1161 personas con EM a fin de evaluar la relación entre la edad en el inicio de la enfermedad y los niveles de vitamina D. Se estudiaron factores relacionados con el estilo de vida, el entorno y la genética que pueden influir en la edad en la que se inicia la EM.

Según los resultados obtenidos, una edad temprana en el inicio de la enfermedad se puede asociar de manera significativa a una escasa exposición a la luz solar del verano en la adolescencia, a un índice de masa corporal elevado a los 20 años y a un gen llamado HLADRB1*1501.

Esto apunta a que la genética, el estilo de vida y el entorno en la adolescencia parecen ser factores importantes en el desarrollo de EM. Se deberían considerar el control de la exposición al sol y el índice de masa corporal de niños y adolescentes para reducir el riesgo del inicio de la EM a una edad temprana.

Lea el artículo completo (la página web externa se abre en una ventana nueva).

Page Tags: