La sal, o cloruro de sodio, puede afectar al sistema inmunitario.  Por ejemplo, los investigadores comprobaron previamente que añadir sal a la alimentación de un modelo animal parecido a la EM en humanos, puede modificar la gravedad de la enfermedad.

No obstante, sigue sin estar claro si la modificación del consumo de sal en la alimentación puede reducir el número de recidivas en personas con EM, especialmente en niños con EM que presentan una tasa superior de brotes.

En este estudio del Centro de EM de la Universidad de California, los investigadores estudiaron los historiales de 174 niños con EM procedentes de 15 centros pediátricos de los EE. UU. Evaluaron el consumo diario de sal mediante cuestionarios a los que respondían los niños o sus padres.

Los investigadores no encontraron ninguna relación significativa entre la cantidad de sal consumida y las recidivas. Los autores llegaron a la conclusión de que el consumo de sal no está relacionado con la reducción del tiempo hasta la recidiva en niños con EM.

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