A las personas con EM se les presentan muchos desafíos particulares, tal y como se describe en nuestra nueva publicación “La EM en la infancia: guía para padres“. Pasar tiempo con otros jóvenes afectados por enfermedades crónicas puede ser una manera estupenda para los niños y los adolescentes con EM de generar resiliencia mientras combaten el aislamiento social.

Los campamentos de verano brindan a los jóvenes la oportunidad de divertirse y vivir aventuras al aire libre, habitualmente en un entorno residencial o de acampada. Proporcionan una experiencia intensa con la que se conoce a otras personas de manera natural, ya que los campistas participan en deportes o actividades creativas. Es un lugar para hacer amigos, recibir la inspiración de tutores de mayor edad y ampliar horizontes.

El “Campamento de verano de EM” de la Asociación Canadiense de EM es un lugar en el que los jóvenes conocen a otros jóvenes de su edad que viven con EM. Es un lugar en el que se entienden sus síntomas y no se sienten diferentes.  Anna, a la que se diagnosticó EM a los 16 años, acude al campamento. Esta comentó lo siguiente: “El campamento de verano de EM es como estar en casa. Estoy rodeada de personas de mi edad que me entienden. Es como una pequeña comunidad a la que todos pertenecemos y en la que convivimos durante una semana”.

Para Rebecca, la madre de Anna, el campamento significa una semana sin preocupaciones sobre el bienestar de su hija.

Anna tiene que lidiar con numerosos desafíos durante el año, agotadores psicológica y físicamente, y que al final del curso escolar la dejan agotada. Pero cuando regresa del campamento, está como nueva. Su perspectiva cambia, y siente que puede superar los desafíos del año siguiente porque se sumerge en estas interacciones positivas con personas que la entienden”.

Damos las gracias a Meaghan Kelly, coordinadora de contenido de la Asociación Canadiense de EM.

 

 

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