Los estudios que analizan la evolución de la EM durante numerosos años se denominan estudios de historia natural. Los estudios previos de historia natural se realizaron antes de que hubiera fármacos modificadores de la enfermedad (interferón, fingolimod, etc.).

En este estudio, del Centro de EM de San Francisco (California), los investigadores estudiaron a 517 personas que habían empezado a participar en 2004 y les realizaron un seguimiento durante más de una década.

Los investigadores detectaron que, en este grupo, solo el 11 % de las personas con EM recidivante habían desarrollado una discapacidad progresiva posteriormente en la enfermedad cuando se evaluó 12 años después. Mediante predicciones basadas en estudios previos, antes de que hubiera fármacos modificadores de la enfermedad, esperaban que el 36-50 % se convirtiese a EM progresiva.

Los investigadores descubrieron que los indicadores de IRM de actividad activa, como lesiones captantes, no predecían una enfermedad más grave posteriormente. Además, descubrieron que no podían utilizar una progresión de la enfermedad a corto plazo (como un aumento del examen neurológico puntuado por la EDSS) para predecir una progresión más a largo plazo.

Este estudio indica que la progresión a corto plazo de la EM no implica necesariamente una enfermedad más grave después de una década, cuando se compara con personas con una progresión menos grave al principio de su enfermedad.

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