A las personas que padecen un primer brote (acontecimiento clinico desmielinizante) similar al apreciado en las personas con EM se les diagnostica síndrome clínico aislado (CIS, por sus siglas en inglés). Según los ensayos clínicos, entre el 38 y el 45 % de las personas con CIS no tratadas acaban teniendo EM clinicamente definitiva en dos años. La administración de un tratamiento temprano tras el primer brote puede retrasar la actividad futura de la enfermedad en personas con EM.

En este estudio de ensayo clínico multicéntrico, se analizó un estudio de extensión de un ensayo anterior (administración de REFLEX o REbif FLEXible en la EM temprana) con un enfoque en un tratamiento con interferón temprano frente a uno tardío.

Se dividió a los participantes en tres grupos: (1) tratamiento tardío (personas a las que durante la extensión del ensayo se les pasó de administrar placebo a administrar un tratamiento), (2) tratamiento de interferón tres veces a la semana y (3) tratamiento de interferón una vez a la semana.

Participaron 402 personas en total de las 517 del ensayo original. Los investigadores calcularon el riesgo a desarrollar EM con base en dos criterios: (1) EM clínicamente definitiva y (2) EM definitiva según las resonancias magnéticas.

Se descubrió que, después de 5 años, aquellas personas a las que se administró un tratamiento temprano presentaban menos actividad en las IRM y tenían menos probabilidades de desarrollar EM teniendo en cuenta los criterios clínicos y las IRM.  Estos resultados hacen mayor hincapié en la importancia de tratar la EM en una etapa temprana si se padece un primer brote similar a los de la enfermedad.

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