Un prometedor estudio ha observado una serie de moléculas de la sangre que pueden ayudar en el diagnóstico de la EM. Este trabajo podría utilizarse para desarrollar un simple análisis de sangre para diagnosticar la EM, así como para detectar qué tipo de EM (remitente-recurrente o progresiva) padece cada uno.

Actualmente, no existen análisis definitivos para detectar la EM, ni su evolución. El diagnóstico y el seguimiento de la enfermedad depende de varios parámetros, incluido un reconocimiento médico y una resonancia magnética. Estas pruebas son costosas y su capacidad para discriminar entre EM remitente-recurrente y progresiva es limitada.

En este estudio, publicado en la prestigiosa Nature Scientific Reports, el Profesor Asociado Buckland y su equipo de la Universidad de Sydney y el Royal Prince Alfred Hospital descubrieron unas moléculas específicas denominadas micro ARN. Estas micro ARN están presentes a diferentes niveles en los exosomas de la sangre de las personas con EM, si se comparan con quienes no la padecen. Además, fueron capaces de utilizar estas micro ARN exosomales para distinguir entre los diferentes tipos de EM.

Los exosomas son pequeñas partículas que son rechazadas por todas las células del organismo. Las células las excretan como un método de comunicación, a menudo transmitiendo contenidos de células como las micro ARN y proteínas celulares.

Las micro ARN (miARN) son pequeños fragmentos de ARN, un material similar al ADN, capaz de regular el modo en que las células usan sus genes. Pueden actuar como activadores/desactivadores de genes, diciendo a las células si han de usar o no varios genes en el organismo humano. Hasta el momento se han identificado más de 1800 genes en los humanos.

Se cree que las micro ARN en los exosomas son una parte normal del modo en que se comunican las células, pero en las enfermedades inflamatorias como la EM, hay un incremento en el número de estos exosomas liberados en la sangre.

Durante este estudio se compararon los niveles de miARN en los exosomas de la sangre de 25 personas con EM (en 14 casos remitente-recurrente, en 7 progresiva secundaria y en 4 progresiva primaria) y 11 personas sin EM. Utilizando técnicas denominadas secuenciación de nueva generación y bioinformática integrativa, los investigadores secuenciaron las miARN halladas en los exosomas, y las compararon entre diferentes grupos de personas.

Hallaron combinaciones de miARN o perfiles miARN, que podían diferenciar entre los que padecían EM y los que no, pero también podrían diferenciar entre gente con EM progresiva y con EM remitente-recurrente. Lo que es más importante, los científicos fueron capaces de replicar sus hallazgos en un grupo independiente de 11 personas con EM progresiva, validando sus resultados.

En una nota de prensa emitida por la Universidad de Sydney, el Profesor Michael Buckland dice textualmente «Es la primera demostración de que los microARN en la sangre son biomarcadores informativos, no solo para el diagnóstico de la EM sino para predecir los sub-tipos de la enfermedad».

Estos miARN podrían ser capaces de ofrecernos datos importantes sobre el mecanismo de la EM, ya que estas moléculas pueden cruzar la barrera cerebral de la sangre (una membrana que normalmente separa la sangre circulante del cerebro), de modo que pueden haberse originado a partir de las células de lo más profundo del cerebro, atacadas en la EM. Pero, de forma más inmediata, este trabajo también podría transformarse pronto en un análisis de sangre sencillo que permita diagnosticar la EM de forma temprana en combinación con otros análisis u observaciones clínicas.

Podría permitir un diagnóstico más rápido, de tal manera que las personas con EM podrían ser capaces de iniciar antes el tratamiento. Supondría también menos recaídas y una pérdida más lenta del volumen cerebral, logrando mejores resultados para los individuos con EM.