La EM es una enfermedad muy variada. Es difícil prever quién tendrá recaídas y quién no. Cada vez hay más pruebas que demuestran que las comorbilidades, o los problemas de salud adicionales a la EM, pueden contribuir a esta variabilidad. Muchas personas con EM sufren también otros trastornos de salud, como hipertensión (presión sanguínea alta), diabetes, depresión y ansiedad. Estos problemas adicionales están relacionados con un diagnóstico inicial tardío, peor calidad de vida, mayor índice de ingresos hospitalarios, mayor progresión en términos de discapacidad y un riesgo más elevado de fallecer.

Un reciente estudio canadiense publicado en Neurology ha investigado el vínculo entre las comorbilidades y los índices de recaída en las personas con EM remitente recurrente.

La científica Dra. Kowalec y sus compañeros investigaron la relación entre determinadas comorbilidades y el índice de recaídas en más de 700 personas con EM durante un periodo de dos años.

Concretamente estudiaron la relación entre los índices de recaída y las enfermedades adicionales, como por ejemplo la enfermedad pulmonar obstructora crónica (EPOC), la hiperlipidemia (niveles anómalos de grasa en la sangre), la hipertensión (presión sanguínea alta), la migraña, la fibromialgia (dolor en los músculos y huesos), la enfermedad coronaria, la diabetes, el glaucoma (enfermedad ocular), la enfermedad vascular periférica (PVD, un trastorno de los vasos sanguíneos), las crisis epilépticas, la ansiedad, la depresión y el lupus (enfermedad autoinmune).

Estudiaron 764 casos y llegaron a la conclusión de que la enfermedad adicional más común era la depresión y/o la ansiedad, que se observó en más del 60 % de los participantes. Aproximadamente una cuarta parte de los participantes no presentaba ningún problema de salud o comorbilidad adicional. Del 75 % de las personas que sí sufría alguna otra enfermedad, un tercio presentaba una, otro tercio dos y el resto tres o más enfermedades.

Índice de recaída

Los investigadores analizaron si el índice de recaída era más alto en las personas que sufrían cada una de las enfermedades adicionales. Descubrieron que los participantes con migrañas, o niveles excesivamente altos de lípidos o grasas en la sangre (hiperlipidemia) tenían más probabilidades de sufrir una recaída. En cambio, las demás enfermedades no parecían estar asociadas a un mayor índice de recaída. Las personas con 3 o más comorbilidades, cualesquiera que fueran, también tenían más probabilidades de sufrir recaídas. Esto sugiere que las comorbilidades desempeñan un papel importante en la cantidad de recaídas que una persona puede sufrir, lo cual indica que estas enfermedades son importantes a la hora de prever la evolución de la EM.

No está claro el motivo por el que la hiperlipidemia y las migrañas se asocian a un mayor riesgo de recaídas, por lo que en este caso hace falta seguir investigando. No obstante, estos resultados pueden ayudar a los investigadores a descubrir algunos de los mecanismos subyacentes que derivan en las recaídas.

Algunas de estas comorbilidades se pueden tratar, lo cual contribuiría a mejorar la calidad de vida de las personas con EM. Posiblemente, tratando estas enfermedades adicionales se podría reducir el porcentaje de recaídas en las personas con EM, impidiendo así que se acumulen diferentes enfermedades.

Agradecimiento a MS Research Australia – proveedor principal de resúmenes de investigación en nuestro sitio web