La esclerosis múltiple es una enfermedad compleja. Los niños, adolescentes y adultos con esclerosis múltiple presentan una amplia gama de síntomas diferentes, y muchos de estos síntomas también son comunes a otras afecciones. El diagnóstico de la esclerosis múltiple no es sencillo. Los neurólogos realizan una serie de estudios que pueden sugerir si alguien tiene esclerosis múltiple (como se indica en los criterios diagnósticos de McDonald de 2017), pero no existe ningún análisis de sangre que pueda diagnosticar la esclerosis múltiple y no siempre se puede distinguir la esclerosis múltiple de otras afecciones mediante imágenes de resonancia magnética.

Al hacer el diagnóstico de esclerosis múltiple, los neurólogos pediátricos y de adultos deben descartar otras enfermedades, asegurándose de que no haya «ninguna explicación mejor» para los síntomas aparte de la esclerosis múltiple. Estas otras posibles explicaciones también se denominan «diagnósticos diferenciales».

Las primeras directrices de consenso sobre el diagnóstico diferencial de la esclerosis múltiple se publicaron en 2008, y los expertos coincidieron en que era necesario actualizarlas. De ello se hizo eco una recomendación surgida de una reunión convocada por MSIF en 2019, para abordar los principales desafíos a nivel mundial en torno al acceso a la atención médica para personas con esclerosis múltiple. En particular, los expertos consideraron que las directrices actualizadas debían tener más en cuenta los diagnósticos diferenciales que se observan con más frecuencia en regiones del mundo como África, el Sudeste Asiático y el Mediterráneo Oriental, y considerar los diagnósticos diferenciales que varían en función de la edad de la persona, con especial atención a los niños y a los adultos mayores.

Con el aumento de los conocimientos sobre la esclerosis múltiple y las enfermedades que pueden causar síntomas similares, era oportuna una actualización de las recomendaciones de consenso. ACTRIMS (el Comité de las Américas para el Tratamiento y la Investigación de la Esclerosis Múltiple) asumió el liderazgo de este proyecto y reunió a neurólogos con experiencia en esclerosis múltiple de muchos países diferentes de todo el mundo. El Consorcio de Diagnóstico Diferencial de la Esclerosis Múltiple, que incluía a la presidenta y al vicepresidente de la junta médica y científica internacional (IMSB) de MSIF, la Profesora Brenda Banwell y el Dr. Jorge Correale, y estaba dirigido por varios expertos en esclerosis múltiple a nivel mundial, ha publicado ahora su consenso actualizado para 2023 sobre el diagnóstico diferencial de la esclerosis múltiple.

La Profesora Brenda Banwell, presidenta de la IMSB, afirma:

«Las nuevas directrices serán un recurso muy valioso para los médicos de todo el mundo. Teniendo en cuenta las muchas terapias eficaces para la esclerosis múltiple que existen en la actualidad, es fundamental que las personas con esclerosis múltiple reciban un diagnóstico con rapidez y precisión, de modo que estas terapias puedan estar disponibles para reducir el impacto de esta enfermedad».

Las directrices actualizadas abordan una serie de afecciones que guardan cierta similitud con la esclerosis múltiple y ofrecen pautas detalladas sobre cómo distinguirlas. Además, las directrices señalan que la edad, la raza, la etnia, la ascendencia genética y la región geográfica son consideraciones importantes en el diagnóstico diferencial de la esclerosis múltiple. Estos temas se tratarán con más detalle en los próximos manuscritos del Consorcio de Diagnóstico Diferencial de la Esclerosis Múltiple.

En palabras del Dr. Jorge Correale, vicepresidente de la IMSB:

«Como neurólogo que ejerce en Argentina, comprendo los desafíos que supone adaptar las directrices mundiales al contexto local de los distintos países. Estas directrices actualizadas, y los temas adicionales que seguirán, ayudarán a los neurólogos de todas partes del mundo a lograr un diagnóstico preciso para las personas con esclerosis múltiple».

Sabemos que las directrices por sí solas no bastan si queremos ver un cambio real para las personas con esclerosis múltiple. Los datos del Atlas de la esclerosis múltiple muestran que existen muchos obstáculos para diagnosticar la esclerosis múltiple diferentes en todo el mundo, entre ellos la falta de conocimiento de algunos profesionales médicos de las directrices más recientes relativas al diagnóstico de la esclerosis múltiple.

En palabras del profesor Andrew Solomon, autor principal de estas directrices de consenso actualizadas:

«Ahora es importante considerar el modo de dar la mayor difusión posible a las directrices actualizadas, para que más personas que posiblemente tengan esclerosis múltiple puedan recibir un diagnóstico rápido y preciso de su enfermedad».

Accede aquí a las directrices de consenso completas actualizadas: «Diagnóstico diferencial de esclerosis múltiple sospechada: enfoque de consenso actualizado» de Andrew J. Solomon, Georgina Arrambide, Wallace J. Brownlee, Eoin P. Flanagan, María Pía Amato, Lilyana Amezcua, Brenda L. Banwell, Frederik Barkhof, John R. Corboy, Jorge Correale, Kazuo Fujihara, Jennifer Graves, Mary Pat Harnegie, Bernhard Hemmer, Jeannette Lechner-Scott, Ruth Ann Marrie, Scott D. Newsome, María A. Rocca, Walter Royal III, Emmanuelle L. Waubant, Bassem Yamout y Jeffrey A. Cohen se publicó en Lancet Neurology (publicado en línea el 19 de julio de 2023).

Obtén información adicional sobre la mejora del acceso al diagnóstico de la esclerosis múltiple, en inglés, aquí.