La aparición de nuevos tratamientos para modificar la enfermedad en forma de comprimido en comparación con los fármacos inyectables es un triunfo en el campo de la EM. No obstante, con nuevas opciones de tratamiento, elegir el mejor fármaco en un momento específico durante el curso de la EM es más difícil que antes tanto para las personas con EM como para los neurólogos.

En este estudio, se preguntó a investigadores franceses si un tratamiento oral (fingolimod) es mejor que un potente fármaco inyectable (natalizumab) para evitar nuevos ataques o la aparición de nuevas lesiones en IRM.

Los resultados muestran que el natalizumab es más efectivo. No obstante, el uso de natalizumab, debería equilibrarse frente a efectos adversos, raros pero graves (como leucoencefalopatía multifocal progresiva [LMP], inflamación cerebral causada por el virus JC), que no se ven tan frecuentemente en el fingolimod.

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