La retina es una capa de tejido sensible a la luz que cubre el fondo del ojo. La retina convierte los rayos de luz en impulsos que viajan a través del nervio óptico hasta el cerebro, donde se interpretan como las imágenes que vemos. La retina es delicada y está compuesta por varias capas de células. Partes específicas de la retina se comportan de manera similar a las células del cerebro cuando se tiene EM. Por tanto, estudiar las capas de la retina (utilizando tomografía de coherencia óptica o TCO) podría ser una medida alternativa para evaluar la salud de las células del cerebro. Esto es importante puesto que comprobar la retina es más barato y más accesible que realizar IMR en el cerebro.

En este estudio, realizado en Munich, Alemania, los investigadores evaluaron a 108 personas con EM (sin tratamiento, en primera línea de tratamiento o en segunda línea de tratamiento) a lo largo de un año. Descubrieron que el volumen de una capa específica de la retina (llamada la capa nuclear interna) al comienzo del estudio estaba asociado con la actividad de la enfermedad en IRM y en el número de ataques de EM. Los investigadores enfatizan que hacen falta más estudios para confirmar su descubrimiento, pero que si estuvieran en lo cierto, se podría utilizar la tomografía de coherencia óptica para evaluar la retina.

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