• Se han realizado ensayos clínicos para determinar si un fármaco que se utiliza para tratar el asma, el ibudilast, se puede adaptar como tratamiento para las formas progresivas de la EM
      • Se sabe que el fármaco atraviesa la barrera hematoencefálica y pruebas de laboratorio han demostrado que inhibe varias moléculas que provocan la inflamación en el sistema nervioso central
      • Este ensayo clínico de fase II demostró que ibudilast reducía la tasa de pérdida de tejido cerebral en un 48 % comparado con un tratamiento con placebo en personas con EM progresiva tanto primaria como secundaria
      • Este ensayo ha sido el primer paso de las pruebas realizadas con el fármaco para tratar la EM progresiva y no ha sido diseñado para mostrar cambios en la acumulación de discapacidad; esto se tendrá que probar en otros ensayos clínicos

Los resultados de un ensayo clínico de fase II muestran que un fármaco para el asma reposicionado puede reducir en un 50 % la tasa de pérdida de tejido cerebral en tipos progresivos de EM. La pérdida de tejido cerebral se asocia con evoluciones negativas para las personas con EM, por lo que este estos resultados esperanzadores indican la necesidad de realizar más ensayos con dicho fármaco para comprobar si es posible reducir o prevenir la acumulación de discapacidad.

El fármaco, conocido como ibudilast, es un medicamento que se utiliza ya en Asia para tratar el asma, pero que, gracias a experimentos de laboratorio ha sido identificado como un posible medicamento que es capaz pasar al cerebro e influir en la actividad del sistema inmunitario.

El fármaco se probó con anterioridad en personas con EM recurrente en un ensayo clínico que se publicó en 2010. En ese ensayo inicial, el ibudilast no previno las recaídas ni el desarrollo de nuevas lesiones observadas en las resonancias magnéticas, pero ralentizó la progresión de la atrofia cerebral (contracción). Por ello, los investigadores decidieron probar el medicamento en formas progresivas de EM para ver si podía proteger el sistema nervioso central y prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Ensayo SPRINT-MS

El nuevo ensayo SPRINT-MS, dirigido por el profesor Robert Fox del Centro Mellen para la Esclerosis Múltiple de la Clínica Cleveland de Ohio, EE. UU., se realizó en 28 centros de los EE. UU. Los resultados se publicaron en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine en septiembre.

El ensayo contó con 255 personas con EM progresiva secundaria y primaria en un número prácticamente idéntico. Se determinó de forma aleatoria que la mitad de cada grupo recibiera 100 mg al día de ibudilast o un tratamiento con placebo. Se realizó un seguimiento de los participantes utilizando una serie de mediciones de resonancias magnéticas del cerebro diferentes; la medición principal se basó en el cambio en el volumen total del cerebro durante las 96 semanas que duró el estudio.

También se realizaron mediciones de exploraciones cerebrales conocidas como imágenes con tensor de difusión y relación de transferencia de magnetización para medir la integridad del tejido cerebral. Como es habitual que las personas con EM sufran daños en el nervio óptico, también se realizaron exploraciones para medir el grosor de la capa de fibra nerviosa retiniana de la parte posterior del ojo. Por otro lado, la progresión de la discapacidad se midió usando la puntuación de la Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS, por sus siglas en inglés).

Después de 96 semanas de tratamiento, los investigadores descubrieron que la contracción cerebral de las personas que habían sido tratadas con ibudilast era la mitad que la de aquellos que habían recibido el placebo. Esto equivale a una pérdida de unos 2,5 ml menos de tejido cerebral durante el período del ensayo para aquellos que fueron tratados con ibudilast.

Las otras mediciones de los resultados de la integridad del tejido cerebral, el grosor de la capa de fibras nerviosas retinianas y las puntuaciones EDSS también indicaron algunas diferencias, pero el ensayo no estaba diseñado para obtener una evaluación estadísticamente considerable de estas diferencias.

Eventos adversos

Al igual que con cualquier fármaco que se prueba en una nueva situación, los investigadores también registraron cualquier evento adverso que experimentaron los participantes. Los eventos adversos son problemas de salud que pueden estar relacionados o no con el fármaco. Si los eventos adversos aparecen con más frecuencia en el grupo tratado con el fármaco que en el grupo del placebo, esto podría indicar que el fármaco presenta estos efectos secundarios. El número de participantes que experimentaron algún tipo de evento adverso fue ligeramente superior en el grupo del ibudilast (92 %) comparado con el grupo del placebo (88 %). Los tipos de eventos adversos más comunes en el grupo tratado con ibudilast fueron principalmente gastrointestinales (náuseas, diarrea, dolor abdominal y vómitos), dolor de cabeza y depresión. No se observó ninguna diferencia en el número o tipo de infecciones experimentadas entre los dos grupos.

Si bien no es posible comparar directamente los resultados de diferentes ensayos clínicos a causa de los distintos grupos de pacientes, de los diferentes protocolos de prueba y de las distintas mediciones de atrofia, los investigadores observaron que el efecto que tuvo el ibudilast sobre la atrofia cerebral fue, como mínimo, comparable a otros ensayos clínicos recientes de otros medicamentos para la EM que ralentizaron la atrofia en un 15 % (siponimod), un 17,5 % (ocrelizumab) y un 43 % (simvastatina).

Aunque este diseño del ensayo de fase II no ha podido demostrar una clara incidencia clínica del tratamiento sobre la discapacidad, la desaceleración de la pérdida de tejido cerebral y la aparente seguridad del tratamiento en personas con EM progresiva son hechos muy esperanzadores. Es necesario llevar a cabo más ensayos para confirmar este resultado sobre la atrofia cerebral y determinar si también se puede traducir en una desaceleración del desarrollo de la discapacidad.

La Dra. Lisa Melton, directora de investigación de MS Research Australia, comentó: «Los resultados del ensayo son un avance muy importante. Los tratamientos para retrasar y detener la EM progresiva son una de las necesidades aún sin respuesta a las que se enfrenta actualmente la comunidad de la EM. MS Research Australia y nuestros colaboradores de la Alianza Internacional de EM Progresiva trabajan intensamente para desarrollar soluciones lo más rápidamente posible para las personas que viven con EM progresiva. Podemos aprender mucho de este ensayo, y nos hace poder albergar la esperanza de que vamos por el buen camino».

Agradecimiento a MS Research Australia – proveedor principal de resúmenes de investigación en nuestro sitio web.