En la Universidad de Génova, en Italia, se ha utilizado una nueva técnica conocida como la terapia con ondas de choque radiales para tratar la espasticidad y el dolor en pacientes con EM.

Durante la terapia con ondas de choque, se envían una serie de ondas de sonido de alta intensidad al área afectada, en la que se incrementa el flujo sanguíneo y se estimula la reparación, a la vez que se disminuyen los factores locales que pueden provocar dolor.

La terapia con ondas de choque se está usando ampliamente en la actualidad en la medicina de rehabilitación, para tratar trastornos musculoesqueléticos dolorosos. Sin embargo, en algunos estudios recientes se ha sugerido que este tratamiento también podría mejorar la espasticidad en pacientes con alteraciones neurológicas.

La espasticidad afecta a hasta el 80 % de las personas con EM y a menudo se trata de un proceso doloroso. La relación entre la espasticidad y el dolor se refuerza por el hecho de que el dolor aumenta la espasticidad, creando un círculo vicioso en el que el dolor y la discapacidad aumentan.

El ensayo

Este equipo italiano llevó a cabo un ensayo con 68 personas afectadas por EM. Un total de 34 pacientes recibieron la terapia de ondas de choque y los otros 34 un tratamiento simulado. El objetivo del estudio era tratar la espasticidad dolorosa de los músculos extensores del tobillo.

El hallazgo principal del estudio fue que cuatro sesiones de terapia con ondas de choque causan la reducción significativa del dolor. No obstante, debido al pequeño número de pacientes, son necesarios más estudios para confirmar estos resultados y evaluar sus efectos sobre la calidad de vida.

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