A pesar de los obstáculos, ABEM ha seguido ofreciendo servicios esenciales gracias a la generosidad de sus colaboradores. El director de ABEM, Marcelo Barros Mesquita, nos cuenta por qué fabricaron más de 5000 mascarillas para dar las gracias.

La pandemia interrumpió todos nuestros programas en ABEM y provocó una situación de emergencia importante. En un primer momento, los días estuvieron marcados por la ansiedad y la duda. Hicimos todo lo posible para prevenir la propagación de la COVID-19. Se cancelaron eventos públicos y la terapia de rehabilitación para reducir el riesgo de infección. Seguimos las medidas de distanciamiento social del Ministerio de Salud. Incluso sustituimos la asistencia especializada en persona por sesiones a través de internet.

A pesar de la presión existente sobre la economía de Brasil, ABEM quería seguir cumpliendo con sus compromisos y su deber a la hora de prestar asistencia. Confiamos más que nunca en el apoyo financiero de nuestros socios en aquel momento tan delicado. La generosidad de nuestros colaboradores nos permitió seguir llevando a cabo las actividades esenciales de ABEM.
La idea de enviar mascarillas a nuestros colaboradores surgió para agradecer a todos los que ayudaron a ABEM a sobrevivir en aquel momento de gran dificultad y de nuestro compromiso contra la propagación del virus.

A finales de junio, enviamos más de 5000 mascarillas a nuestros contactos, colaboradores, miembros y personas con EM, para expresar nuestro profundo agradecimiento y cuidado. Fue una manera de agradecer a todo el mundo por la ayuda recibida. Fortaleció las conexiones de nuestra comunidad de EM y puso de manifiesto la urgencia de mantener controlada la pandemia de la COVID-19. ABEM se siente muy agradecida de haber sido considerada y apoyada en este momento de crisis e incertidumbre.

Escrito por el director de la Asociación Brasileña de la EM, Marcelo Barros Mesquita