Las vacunas son un elemento clave en la lucha contra el coronavirus. Sin embargo, algunos tratamientos modificadores de la enfermedad que se usan en pacientes con EM pueden afectar la capacidad del cuerpo de generar una respuesta inmunitaria a las vacunas contra la COVID-19. En este artículo, resumimos las investigaciones más recientes.

‎¿Cómo ayudan las vacunas a que el cuerpo combata la COVID-19?

Cuando el cuerpo está bajo el ataque de una infección, el sistema inmunitario pone en funcionamiento un mecanismo defensivo con tres componentes clave: los macrófagos, los linfocitos B y los linfocitos T. Los macrófagos son glóbulos blancos que devoran y digieren microbios y células moribundas. Los remanentes del invasor que quedan después de este proceso se denominan antígenos. El cuerpo reconoce los antígenos y estimula a los anticuerpos para que los ataquen. Los anticuerpos se crean con ayuda de los linfocitos B en un proceso denominado “respuesta humoral”1 (ver glosario).

La producción de anticuerpos se puede activar con una vacuna o con una infección, y genera linfocitos B de memoria. Estas células del sistema inmunitario permanecen en el cuerpo y, si en algún momento vuelven a entrar en contacto con el virus, pueden reconocerlo rápidamente y combatirlo mejor. Mientras tanto, los linfocitos T atacan a las células ya infectadas en un proceso denominado “respuesta celular”2 (ver glosario).

Algunos tratamientos modificadores de la esclerosis múltiple pueden debilitar la respuesta inmunitaria ante las vacunas contra la COVID-19.

En los ensayos clínicos de las vacunas, la gran mayoría de los inscritos fueron personas saludables para garantizar que la respuesta a la vacuna no se viera afectada por medicamentos ni problemas de salud. Por ejemplo, en los ensayos originales de la vacuna de Pfizer/BioNTech, se excluyó a las personas que recibían medicamentos inmunosupresores o corticoesteroides para tratar alguna enfermedad autoinmune. Debido a esos criterios, es difícil saber cuál es la posible respuesta de las personas con EM a las vacunas.

Los tratamientos modificadores de la enfermedad que se usan en las personas con EM afectan el sistema inmunitario, ya sea modificando el funcionamiento de los linfocitos B o T, o reduciendo la cantidad de estas células en la circulación. Si un tratamientos modificadores de la enfermedad afecta los linfocitos B, es posible que se reduzca la capacidad del cuerpo de producir estas células. Esto significa que una vacuna puede ser menos eficaz para las personas que reciben o recibieron hace poco tiempo determinados tratamientos modificadores de la enfermedad. Esto se ha informado en varios artículos publicados o preimpresos.

Estos hallazgos tienen el respaldo de otros estudios realizados en EE. UU., Italia, Francia, Suiza e Israel. Dichos estudios detectaron una respuesta de anticuerpos deficiente con el rituximab (Rituxan), el ocrelizumab (Ocrevus) y el fingolimod (Gilenya), pero una respuesta de anticuerpos mejor en las personas tratadas con cladribina (Mavenclad), alemtuzumab (Lemtrada) y natalizumab (Tysabri). Las personas que reciben cladribina, alemtuzumab y natalizumab parecen tener una mayor cantidad de linfocitos B en circulación que las personas que reciben rituximab y ocrelizumab, y eso podría explicar por qué les fue posible producir más anticuerpos.

Hay un ensayo clínico en curso para comprender la respuesta a las vacunas contra la COVID-19 en pacientes tratados con ofatumumab (Kesimpta), y estamos esperando que se obtenga más información sobre los efectos del ponesimod (Ponvory) y el ozanimod (Zeposia) en la respuesta de anticuerpos. Es probable que los resultados sean similares a los observados con siponimod (Mayzent) y fingolimod.

El momento del tratamiento es importante

El momento en que se recibe el tratamiento puede ser un factor en la respuesta ante las vacunas. Cuando una persona recibe una infusión de determinados tratamientos modificadores de la enfermedad que reducen los niveles de linfocitos B (especialmente ocrelizumab, ofatumumab y rituximab), el nivel de linfocitos B de esa persona baja, pero luego vuelve a aumentar lentamente. Si transcurre un período prolongado entre la infusión y la vacuna contra la COVID-19, es habitual que se generen más anticuerpos en respuesta a la vacuna. Esto se debe a que la producción de linfocitos B se recupera, por lo que hay más linfocitos B en circulación. Las personas que reciben o trostratamientos modificadores de la enfermedad de alta intensidad, como el alemtuzumab o la cladribina, no suelen necesitar tanto tiempo para que el sistema inmunitario vuelva a la normalidad y pueda crear más anticuerpos en respuesta a la vacuna.

La respuesta inmunitaria más allá de los anticuerpos: El rol de los linfocitos T

Como se mencionó anteriormente, el sistema inmunitario responde a los microbios de dos maneras: una respuesta humoral mediada por los linfocitos B y una respuesta celular mediada por los linfocitos T. Incluso si una persona no produce una respuesta de anticuerpos fuerte tras la vacunación, puede que los linfocitos T cumplan un papel vital en la formación de una respuesta inmunitaria. Algunos artículos académicos recientes en preimpresión indican que algunas personas que reciben tratamientos modificadores de la enfermedad reductores de linfocitos B, como el rituximab y el ocrelizumab, tienen una buena respuesta de linfocitos T a las vacunas de ARNm (p. ej., las vacunas de Moderna y Pfizer), a pesar de tener una respuesta de anticuerpos deficiente. El funcionamiento exacto de los linfocitos T no está tan claro, pero es posible que cumplan una función crucial en la prevención de casos graves de COVID-19.

Resumen

Muchos tratamientos modificadores de la enfermedad afectan los linfocitos T de una u otra forma. Sin embargo, los tratamientos modificadores de la enfermedad como el fingolimod o los tratamientos reductores de linfocitos B como el rituximab reducen la cantidad de células B disponibles. Según algunos estudios, las personas tratadas con fingolimod, siponimod, rituximab y ocrelizumab tienen una baja respuesta de anticuerpos mediada por linfocitos B frente a las vacunas contra la COVID-19. En cambio, las personas que reciben cladribina, natalizumab y alemtuzumab parecen generar una respuesta de anticuerpos más sólida.

La cantidad de linfocitos B parece estar vinculada con la cantidad de anticuerpos que se genera. Cuantos más linfocitos B haya en circulación, más fácil será la generación de anticuerpos. Dicho esto, incluso si no hay producción de anticuerpos, parece que puede haber cierto grado de respuesta mediada por los linfocitos T. En otras palabras, si recibes ocrelizumab, rituximab o fingolimod, es posible que tu sistema inmunitario sea capaz de responder a la vacuna de otras formas. Esto significa que si te ataca el virus, las células T pueden ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad.

Hay muchos factores que pueden afectar la respuesta, como el momento en que se recibe la vacuna, la edad, el tipo de vacuna, la duración del tratamientos modificadores de la enfermedad, el recuento de linfocitos B y la respuesta de los linfocitos T. Este es un tema que todavía está en estudio, por lo que la información disponible aumenta día a día.

Conclusión

Para obtener recomendaciones detalladas, consulta la página de consejos globales en relación con la COVID-19 para personas con EM.*

Glosario

  • Anticuerpo: Una proteína que el sistema inmunitario utiliza para identificar y eliminar virus y otros invasores.
  • Antígeno: Una molécula presente en el exterior de un virus, que normalmente activa una respuesta inmunitaria. Los anticuerpos se unen a los antígenos y pueden hacer que se eliminen las células afectadas por el virus.
  • Linfocito B: Un grupo de células inmunitarias que realizan diversas funciones. Ver: respuesta humoral.
  • 2 Respuesta celular: La respuesta inmunitaria mediada por los linfocitos T dentro de las células infectadas. Los linfocitos T citotóxicos (o linfocitos T CD8+) buscan y destruyen células infectadas por el virus. También existen los linfocitos T cooperadores (o linfocitos T CD4+), que cumplen diversas funciones en la respuesta inmunitaria, como estimular la producción de anticuerpos y linfocitos T citotóxicos. Los linfocitos T se activan una vez que el cuerpo ya ha sido infectado por un virus. Son importantes para combatir una infección en curso. La respuesta de los linfocitos T citotóxicos puede marcar la diferencia entre una infección leve y una grave que requiere hospitalización. También es posible que reduzcan las probabilidades de transmitir la infección dentro de la comunidad.
  • COVID-19: La enfermedad por coronavirus de 2019 ocasionada por el SARS-CoV-2.
  • Respuesta humoral: También denominada inmunidad mediada por anticuerpos. Los linfocitos B se unen a los antígenos de la superficie del virus. Además de los antígenos, los linfocitos B necesitan otra señal para su activación (p. ej., una señal de los linfocitos T cooperadores). Cuando se dan ambos estímulos, los linfocitos B pueden convertirse en células plasmáticas y linfocitos B de memoria. Las células plasmáticas liberan anticuerpos en la circulación sanguínea. Los linfocitos B de memoria producen anticuerpos unidos a la superficie de las células y tienen un alto grado de especificidad contra el virus. Los linfocitos B de memoria viven mucho tiempo, lo que permite que el cuerpo humano genere una respuesta mucho más rápida y potente cuando se vea expuesto al mismo virus.
  • Seroconversión: El desarrollo de anticuerpos contra un virus en el suero sanguíneo. Puede darse tras una infección o una inmunización (vacunación).
  • Preimpresión: Un tipo de artículo científico que precede a un artículo con revisión de pares publicado en una revista científica. Las preimpresiones suelen ser artículos sin formato disponibles de manera gratuita. Permiten que los datos se compartan lo más rápido posible. Sin embargo, en campos que cambian rápidamente, la información se refuta o se replica al poco tiempo de su publicación. El público también puede comentar y publicar sus revisiones en otros canales, como las redes sociales.
  • SARS-CoV-2: El coronavirus que ocasiona la enfermedad conocida como COVID-19.
  • Linfocito T: Un grupo de células inmunitarias. Los hay de distintos tipos, como los linfocitos T cooperadores CD4+, los linfocitos T citotóxicos CD8+ y los linfocitos T de memoria. Cada tipo realizar una función diferente (ver respuesta celular).
  • Vacunación: La administración de una vacuna para ayudar al sistema inmunitario a protegernos contra una enfermedad (inmunización).